○Consumidoras de drogas y reducción de daños

    En Pueblo Prout, donde no hay circulación de moneda, no hay individuos vendiendo drogas con fines lucrativos. Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que las personas caigan en la dependencia de drogas debido a un interés inicial u otras razones asociadas con sustancias como la marihuana, la cocaína, la heroína o la metanfetamina.



  En Japón, el uso de drogas está fuertemente regulado por la ley, y los usuarios son tratados como criminales. El objetivo es disuadir el consumo imponiendo sanciones, sin embargo, el número de usuarios de marihuana y metanfetamina está aumentando. Según el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, el 67,7% de los usuarios de metanfetamina reanudan su consumo después de ser arrestados. Los usuarios de drogas, tratados como criminales después del arresto, podrían enfrentar aislamiento social, dudar en buscar ayuda debido a un sentimiento de vergüenza y caer en un ciclo vicioso de adicción que lleva a reutilizar sustancias.

  Países como Canadá, Suiza, Portugal y más de 80 otros han implementado estrategias de reducción de daños, centrándose no en utilizar castigos para detener el consumo de drogas, sino en reducir el daño a la salud en colaboración con los usuarios.

  Por ejemplo, en Canadá existen espacios designados donde los consumidores de drogas pueden consumir sustancias de manera segura, provistos de suministros para la reducción de daños. Estas salas contienen herramientas para el uso seguro de drogas, como torniquetes, agua destilada, equipos para calentar drogas, jeringas esterilizadas, entre otros elementos limpios y desinfectados. Los usuarios llevan sus propias sustancias para usar en estos espacios, donde la policía no puede realizar arrestos. Estos lugares facilitan conexiones entre los usuarios y el personal de apoyo, brindando asistencia continua y abordando preocupaciones. Proporcionar herramientas limpias ayuda a prevenir que los consumidores de drogas reutilicen jeringas, reduciendo así la propagación de infecciones como el VIH.

  En Canadá, ha habido una disminución del 35% en las muertes por sobredosis de drogas en dos años, y un aumento de más del 30% en personas que buscan tratamiento para cesar el consumo de drogas en un año, mostrando resultados positivos.

  En Suiza, las ONG bajo supervisión médica recetan heroína públicamente a los adictos a la heroína. En Portugal, las ONG comisionadas por el gobierno distribuyen metadona, un analgésico con efectos similares a la heroína, a adictos a la heroína en las calles. En lugar de detener abruptamente el consumo, estos programas implican acompañar a los usuarios, mantener conexiones, reducir gradualmente su consumo y guiarlos hacia la recuperación.

  En Pueblo Prout, el consumo de drogas no se aborda como un crimen, sino como un problema de salud. Sin una sociedad monetaria, la circulación de drogas disminuye drásticamente, y se alienta a los usuarios a la recuperación a través de estrategias de reducción de daños.


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