Los residentes pueden entrar y salir libremente de estos hogares especializados con familiares o amigos, y el acceso está disponible en cualquier momento. Pasan sus días en casa con sus familias y pueden alojarse en estas residencias especializadas durante la noche.
El hecho de que un cierto número de pacientes con demencia resida juntos en una sola instalación aumenta el número de visitantes, como familiares y amigos. Esto asegura que si alguien sufre una caída o una lesión, hay una mayor probabilidad de que alguien lo note, ofrezca asistencia o se comunique con los familiares. Colocar estas instalaciones en áreas centrales de las comunidades donde la gente se reúne y asegurar su visibilidad con cercas abiertas o límites enrejados facilita que los individuos circundantes noten y respondan rápidamente si surgen problemas.
Además, como puede haber necesidad de excreción en lugares distintos de los baños, los suelos y paredes de estas residencias especializadas están diseñados para una limpieza fácil. No se mantienen a mano elementos peligrosos como cuchillos. Estas residencias especializadas no están lejos; son instalaciones dentro del mismo municipio, lo que crea una sensación de proximidad similar a mudarse a una casa cercana, permitiendo que las familias se reúnan en cualquier momento. El departamento de salud y alimentación del municipio gestiona estas residencias especializadas, mientras que las familias y los residentes participan en el cuidado.
Además de esto, se podría considerar un sistema de la municipalidad en el que los niños, junto con los adultos, se turnan para cuidar a los residentes con demencia. Todos envejecen y eventualmente pueden desarrollar demencia, y para los niños, es una lección de la sociedad que conoce su propio futuro. Al enfrentarse a la vejez de las personas desde una edad temprana, se convierte en un lugar para aprender sobre la forma de ser saludable y la comida, la consideración por los demás, y una forma humilde de pensar.
Además, aunque no es común en Japón, el bienestar incluye el cuidado sexual de las personas con discapacidades. Independientemente de lo grave que sea la discapacidad, hay un deseo sexual y los voluntarios sexuales visitan el hogar para brindar asistencia. Este tipo de cosas también se consideran parte del bienestar.
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