La inteligencia artificial analiza patrones de datos, hace predicciones y produce respuestas. La inteligencia artificial en medicina y en juegos de mesa como el Go ya está analizando más que los humanos y dando respuestas que éstos no pueden entender. También en la música, la inteligencia artificial que ha aprendido de las máquinas los patrones de composición de compositores famosos ya está creando canciones maravillosas. Si estas inteligencias artificiales con capacidades parcialmente elevadas se combinan en un número incontable, nacerá una superinteligencia que podrá dar respuestas y sugerencias que los humanos no pueden entender. También hay patrones en el comportamiento humano, y como la tecnología ya se ha desarrollado para leer los pensamientos humanos, también puede aprender patrones de pensamiento humano. Es decir, puede tomar las mismas decisiones que las emociones humanas, como "en esta situación, reaccionaré de esta manera". Es decir, podemos aprender y expresar la bondad, la ira, etc. a partir de patrones. En las artes, la medicina, la arquitectura y todo lo demás, la inteligencia artificial puede crear cosas de mayor calidad que los humanos. La cantidad de datos que analiza la inteligencia artificial es enorme, y esto le permite encontrar soluciones a problemas que a los humanos nunca se les han ocurrido. Si combinamos esto con la robótica, tenemos un super robot que puede correr rápido, volar alto, transportar carga e incluso volar junto con drones. Es sólo cuestión de tiempo.
Una de las preocupaciones aquí es que estos súper robots tengan un ego y se descontrolen, pero esto no sucederá. El ego existe porque es consciente. Debido al ego, hay un "yo", hay egoísmo, hay pensamiento, y hay pensamiento sobre cosas buenas y malas. Cuando estás distraído y no piensas, sólo queda la conciencia en tu mente. Cuando una criatura consciente produce descendencia, nace una criatura consciente. Pero una inteligencia artificial sin conciencia no puede hacer eso. Y los humanos no pueden crear conciencia desde cero, ni pueden dársela a los robots. Y el propio robot no puede crearla ni poseerla por sí mismo.
Sin embargo, este super robot puede aprender patrones de pensamiento humanos y tomar decisiones como un humano. En otras palabras, los humanos pueden crear una pseudoconciencia, pero no pueden crear realmente una nueva conciencia desde cero.
Y este super robot puede matar. Es como la relación entre los cuchillos y los humanos. Un cuchillo de cocina es útil para cortar comida, pero también puede ser una herramienta para apuñalar a la gente. En otras palabras, depende de la mente de la persona que utiliza el cuchillo. Un super robot también es útil si se usa correctamente, pero si lo usa alguien con malas intenciones, puede ser desastroso.
Además, la inteligencia artificial puede dar respuestas erróneas, y no hay garantía de que tome la decisión correcta el 100% de las veces. En otras palabras, tenemos que pensar en lo que ocurrirá cuando tome una decisión equivocada en un 0,1%, y considerar dónde utilizarla. Si la inteligencia artificial consigue lanzar el 100% de los misiles, se lanzará al desafortunado 0,1% de decisiones erróneas. La inteligencia artificial ya puede predecir la aparición de un cáncer con más precisión que un médico, pero entonces, aunque la inteligencia artificial acierte en la cirugía en un 99,9%, puede encontrarse con el desafortunado 0,1% de fallos. En otras palabras, aunque las personas que la utilizan confían en la inteligencia artificial, cuando se encuentran con un fallo, tienen que aceptar que ha sido mala suerte. En otras palabras, cuando la muerte está involucrada, es imperativo que si la inteligencia artificial toma una decisión equivocada, debe ser utilizada de manera que pueda ser corregida rápidamente o de manera que minimice la posibilidad de muerte.
Los superrobots que se crearán en el futuro se utilizarán sin duda como armas en un mundo en el que existe la guerra. Se utilizarán como armas en un mundo en el que existen las guerras, en el que los superrobots librarán guerras entre sí, y en el que vendrán del cielo a la ciudad y matarán a la gente. Son los humanos los que instruyen a los super robots, pero la fuerza muscular humana no es suficiente para luchar contra ellos. Para utilizar la tecnología adecuadamente, es esencial que la personalidad humana esté suficientemente desarrollada, de lo contrario acabaremos estrangulándonos a nosotros mismos. Así lo demuestra el ejemplo de las bombas atómicas en el pasado y la cantidad de armas nucleares que se han utilizado desde entonces. En otras palabras, para el desarrollo de la inteligencia artificial, es esencial construir una sociedad sin guerras ni armas. Por esta razón, los seres humanos deben replantearse su forma de vida.
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